Este domingo, en el duelo entre Colombia y Paraguay, quedó demostrado que Carlos Queiroz está logrando su cometido: sin importar quién juegue el equipo funciona igual. En el Arena Fonte Nova el entrenador portugués alineó un equipo diferente al que le ganó a Argentina en la jornada inaugural y después a Catar.

Con la pelota dominada, Colombia contuvo a una Paraguay que jugó más con las tripas que con la cabeza, y aunque por momentos hubo fricción, choques y encuentros, todo estuvo según lo planeado.

Como el gol de Gustavo Cuéllar, que nació de un desborde de Santiago Arias, de Radamel Falcao García arrastrando la marca (por poco anota un golazo de chilena) para que el volante de Flamengo, que siempre acompaña, tuviera espacio para rematar entre las piernas del portero Roberto Fernández. Primer tanto para el jugador de 26 años con el equipo tricolor.

Ya en la segunda parte, con la misma dinámica, el equipo nacional fue más en la cancha ante un rival que apeló al pelotazo, a jugar como históricamente lo ha sabido hacer. Queiroz, de manera inteligente, empezó a rotar la nómina y le dio ingreso a los que habitualmente son titulares, para que sumaran minutos, para mantener el ritmo de competencia.

Fuente: El Espectador

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