Como una iniciativa de suma importancia para el departamento, catalogó el gobernador del Huila, Luis Enrique Dussán López, la radicación del Proyecto de Ley que conmemora el Centenario de la publicación de la novela La Vorágine, escrita por el maestro José Eustasio Rivera.
“Es un orgullo para todos los huilenses tener a José Eustasio Rivera como uno de los nuestros y con una obra tan importante que ha impactado tanto a nivel nacional e internacional como es La Vorágine, que cumple 100 años. Celebración que va a empezar desde noviembre de este año a partir de la Feria del Libro Regional, que vamos a hacer en el departamento y se extenderá por un año completo”, indicó Dussán.
El mandatario de los huilenses, reiteró el acompañamiento al proyecto que busca resaltar tan importante obra del maestro José Eustasio Rivera, donde sin duda, la articulación con la bancada parlamentaria huilense, juega un papel destacado.
“Es un proyecto de ley que estamos acompañando en este momento, de autoría de la bancada parlamentaria del Huila, con el senador Carlos Julio González Villa, la Representante Flora Perdomo, y el doctor Melquisedec Torres, que es el autor del proyecto, con un equipo interdisciplinario, donde lo que se busca es resaltar todo lo que ha sido, lo que significa la importancia que tiene esta gran obra desde diferentes modos, desde la academia, por supuesto, desde las ferias, también en documentales en cine, desde diferentes ámbitos para que recordemos siempre esa gran obra y la valoremos como debe ser”.
Desde ya, se tiene prevista una celebración por lo alto, para mostrarle a Colombia y el mundo, el centenario de una obra que ha trascendido fronteras.
“Nos aprestamos entonces a esa celebración que va a ser en noviembre de 2024, y en buena hora se presenta este proyecto de ley para conmemorar y para que se puedan desarrollar todo este tipo de actividades, también inversiones, como escenas del museo en la ciudad de Neiva, y tener las condiciones económicas también por parte del gobierno nacional y los gobiernos territoriales para hacer esta celebración por todo lo alto”, agregó el mandatario.
El Gobernador del Huila, aprovechó la oportunidad para destacar algunos aspectos de la obra del maestro Rivera: “Precisamente muestra una realidad, que para esa época era sorprendente que hubiera escritores que abordaran estos temas de una manera como lo ha hecho José Eustasio Rivera, y por eso también vinculamos otros departamentos que tuvieron que ver con esa historia que se narra allí y que van a ser parte también de todo este proceso”.
El Proyecto
El proyecto faculta al Ministerio de Cultura para planificar, coordinar y financiar, los actos de celebración; igualmente, se dispone la conformación de una Comisión de Celebración del Centenario que estará integrada por las gobernaciones de Huila, Meta y Casanare, y las alcaldías de Neiva y Rivera en el Huila y Orocué en el departamento de Casanare. Del mismo modo, se contempla como eventos conmemorativos, convertir la casa natal de José Eustasio Rivera Salas en Neiva, en un Centro Cultural e Histórico.
El Ministerio de las Tics tendrá la autorización para emitir la estampilla del centenario de la publicación, y el Congreso de la República otorgará la máxima condecoración póstuma a la obra literaria La Vorágine y ubicará en sus instalaciones una placa conmemorativa.
La reedición conmemorativa de la primera edición de La Vorágine para distribuirla en las bibliotecas públicas y establecimientos educativos oficiales del país, además, esta obra literaria deberá ser incluida como texto de lectura en los establecimientos educativos oficiales de Colombia bajo la coordinación de los Ministerios de Educación Nacional y de Cultura.
Se financiará la producción y emisión en canales públicos y mediante plataformas tecnológicas, de una crónica o documental audiovisual sobre la vida y obra de José Eustasio Rivera.
El autor de la obra
José Eustasio Rivera, escritor huilense (San Mateo, hoy Rivera, febrero 19 de 1888 – Nueva York, diciembre 1 de 1928) nació en el camino que iba de San Mateo a Neiva, en el seno de una familia modesta, de escaso poder económico y dedicada a distintas labores relacionadas con el campo. Sus tíos Pedro, Napoleón y Toribio Rivera fueron generales de la República y ocuparon destacados cargos públicos en el gobierno, el Congreso y la educación. Su padre fue Eustasio Rivera, casado con Catalina Salas, matrimonio del que nacieron once hijos.
Educado por religiosos, Rivera estudió en los colegios Santa Librada de Neiva y en el San Luis Gonzaga de Elías. Desde el colegio, sobresalió por sus habilidades para las matemáticas y las letras. Muy pronto comenzó a ser reconocido por sus poemas y sonetos.
El 1 de diciembre de 1928, a los 40 años de edad, José Eustasio Rivera murió en su apartamento de la calle 73 en Nueva York, de muerte misteriosa. Su cuerpo embalsamado recorrió sin descanso, durante un mes y nueve días, distintos lugares: primero en la Sixaloa de la United Fruit Company, luego en el vapor-correo Carbonell González, por el río Magdalena, y al final por el ferrocarril central, recibiendo en cada puerto y en cada pueblo los homenajes que nunca recibiera en vida. Sus restos se encuentran en el Cementerio Central de Bogotá, donde fue enterrado el 9 de enero de 1929.
La Vorágine
La Vorágine se publicó en abril de 1924, en la Editorial Cromos de Bogotá. La novela fue escrita durante dos años, y corregida en seis meses, entre Sogamoso, San Fernando de Atabapo, Yavita, Maroa y Neiva. Según Isaías Peña, algunos de los elementos que confluyen en la novela son: El sentimiento trágico de la vida, como lente condensador, y los celos como ingrediente permanente de la relación de pareja. La historia de Arturo Cova, protagonista de La Vorágine, es la historia nuestra, es la historia desolada de los caucheros esclavizados en las fronteras de Venezuela, Brasil y Perú.
Sin caer en la sociología literaria, Rivera logró fundir magistralmente la tragedia colectiva de los caucheros, con la tragedia individual de Arturo Cova, su vida y su turbulento amor. Pocos autores como Rivera en Colombia y en el continente latinoamericano anota Isaías Peña- han tenido ese don de hacer hervir la conciencia de los personajes de una obra. Por eso hombre y naturaleza en esta novela son un río (grávido) que nace, crece, da muchas vueltas, se enturbia, se golpea en los raudales, se ahonda, se embruja y se pierde en el mar o en el cielo.