La liberación de aves de todo tipo, incluyendo las exóticas domésticas por parte de sus antiguos tenedores, podrían poner en riesgo el equilibrio biológico de los ecosistemas huilenses.

Un nuevo registro de un ave exótica en un hábitat natural del municipio de Pitalito, llamó la atención de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM y de ornitólogos del departamento, se trata de un perico africano (Agapornis fischeri) que fue fotografiado por el biólogo Fabián Galíndez Mutis, durante una jornada de avistamiento de aves.

Dicho hallazgo, refleja una compleja situación que se ha visto en aumento durante la época de cuarentena, consistente en la liberación de aves, de todo tipo incluyendo las exóticas domésticas, por parte de sus antiguos tenedores, quienes por desconocimiento podrían poner en riesgo el equilibrio biológico de los ecosistemas huilenses.

Además del Agapornis fischeri, otras especies como paloma bravía (Columba liviak) y el capuchino tricolor (Lonchura malacca), hacen presencia en hábitats naturales de Pitalito y en otros municipios del departamento del Huila; mientras que aves como los pericos australianos, cacatúas, pericos fisher y palomas maracaiberas o bengalíes, provenientes de continentes como Oceanía, África o Asia, abundan en el mercado de mascotas.

“Ante cualquier caso o deseo de liberar un ave exótica, se recomienda hacer entrega directamente a la CAM o apoyarse con la Policía Nacional en los diferentes municipios. Se debe tener en cuenta que ese tipo de fauna obedece a aquellos ejemplares que no tiene su origen ni su hábitat en el país y por ende no cuentan con una distribución biológica”, sostuvo Carlos Andrés González Torres, director de la Territorial Sur de la CAM.

En un hecho reciente, la Policía Ambiental de Pitalito, rescató una paloma turca (Streptopelia sp) que sobrevolaba una zona residencial de la ciudad y posteriormente la entregó a la CAM, donde hará parte de la estación de aves exóticas del Sendero de Interpretación Ambiental del Macizo Colombiano, con el fin que los visitantes aprendan a diferenciar las especies silvestres de las introducidas y cuál debe ser su correcto manejo.

¿Por qué no liberar este tipo de fauna?

Al ser criadas en cautiverio necesitan ser alimentadas por el ser humano y al estar en un lugar extraño, no saben dónde buscar la cantidad de comida necesaria y morirían de hambre o por condiciones climáticas o al ser depredadas por otros animales; en caso de sobrevivir y adaptarse al nuevo ecosistema, podrían convertirse en plagas, ya que no habría depredadores naturales que las controlen. Esta sobrepoblación desplazaría a las aves nativas colombianas, quitándoles su alimento o atacándolas. En algunos casos pueden incluso atacar los nidos destruyendo los huevos de aves nativas, como es el caso del perico africano.

Otro motivo, tiene que ver con que este tipo de aves adquieren muchas enfermedades en condiciones de cautiverio y al liberarlas a la naturaleza, también liberan las bacterias, virus, hongos o parásitos que podrían causar enfermedades en las aves nativas y a los mismos seres humanos.

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