La invasión rusa de Ucrania demuestra una vez más el peligro que supone informar sobre un conflicto y los riesgos a los que se exponen los periodistas en una zona de guerra.
El trabajo de corresponsal de guerra es una de las profesiones más peligrosas, aunque también una de las más necesarias. La frase “la primera víctima de la guerra es la verdad” cobra sentido cuando las primeras bombas comienzan a caer y la desinformación comienza a expandirse a favor de ciertos intereses políticos.
Desmentir las fake news, los vídeos e imágenes procedentes de otros contextos e incluso de otros conflictos son algunos de los desafíos informativos a los que se enfrentan los periodistas que trabajan en las zona de guerra. Por otra parte, también es fundamental dar voz a aquellas personas que sufren el horror de los ataques y comunicar de una manera humana, ya que, tal y como defendía Ryszard Kapuscinski, “una mala persona nunca podrá ser buen periodista”.
Sin embargo, informar sobre una contienda y sus consecuencias supone un riesgo altísimo. Debido al peligro que supone narrar los hechos tal y como ocurren durante la guerra, los reporteros se sitúan en el punto de mira.
Durante los últimos conflictos del siglo XXI hemos sido testigos de como los periodistas eran asesinados por hacer su trabajo. Algunos murieron a manos de grupos terroristas, aunque otros fueron eliminados por ejércitos nacionales. Marie Colvin, James Foley, José Couso o Tareq Ayyoub son tan solo algunos de los cientos de reporteros que perdieron su vida por facilitar un derecho, el derecho a la información.
“La verdad es el objetivo”
La reciente invasión rusa a Ucrania es otro de los conflictos donde informar conlleva un riesgo. “La verdad es el objetivo”. Así anunciaba el Ministerio de Defensa de Ucrania las muertes del camarógrafo Pierre Zakrzewski y la periodista ucraniana Oleksandra Kuvshynova. Los trabajadores de Fox News murieron a causa de un ataque contra su vehículo a las afueras de Kiev. En el coche también viajaba el reportero Benjamin Hall, quien se encuentra hospitalizado. De acuerdo con las autoridades ucranianas, Hall sufre heridas de metralla en ambas piernas.
La muerte de Zakrzewski, que contaba con una vasta experiencia en países como Irak, Afganistán y Siria, fue anunciada por Suzanne Scott, directora ejecutiva de Fox News. “Hoy es un día desgarrador para Fox News Media y para todos los periodistas que arriesgan sus vidas para dar la noticia”, lamentó. “La pasión y el talento de Zakrzewski como periodista no tenían parangón. Su valentía, profesionalidad y ética de trabajo eran reconocidos entre los periodistas de todos los medios», añadió.
Scott también dedicó unas palabras a Kuvshynova, a la que describió como “increíblemente talentosa”. “Varios de nuestros corresponsales y productores pasaron largos días con ella y la conocieron personalmente, describiéndola como trabajadora, divertida, amable y valiente”, agregó. Trey Yingst, corresponsal del medio estadounidense, fue una de las personas que trabajó junto a la joven ucraniana. “Tenía talento, buenos recursos e ingenio. Le gustaba la fotografía, la poesía y la música. Tenía 24 años”, recordó Yingst.
Kuvshynova también operaba como ‘fixer’ del equipo de Fox News. Por este motivo, las redes sociales se han llenado de mensajes recordando la importancia de estos periodistas locales que también actúan de traductores y guías.
“Es hora de reconocer de una vez por todas que los fixers son trabajadores esenciales para los medios de comunicación occidentales. La cobertura de conflictos no sería posible sin ellos”, escribió en Twitter Paulina Milewska, experta en medios de comunicación y abogada.
Por su parte, el corresponsal de VICE News, Ben C. Solomon, destacó que los periodistas extranjeros no serían “nada sin los colaboradores locales”. En este sentido, el periodista español Mikel Ayestaran agradeció a Kuvshynova “y a todos los ucranianos que estos días se juegan la vida trabajando con la prensa extranjera”. Reporteros sin Fronteras: “Atacar a periodistas es un crimen de guerra”
Zakrzewski y Kuvshynova elevan a 5 la cifra de periodistas fallecidos durante la guerra en Ucrania, que se adentra en su vigesimoprimer día. Durante el fin de semana pasado perdió la vida Brent Renaud, periodista freelance y director de cine estadounidense. Junto a él se encontraba el fotoperiodista Juan Arredondo, quien resultó herido.
Arredondo explicó desde el hospital que los dispararon cuando pasaban por un puesto de control en Irpin, cerca de Kiev. El objetivo de los reporteros era grabar a los ciudadanos que dejaban la ciudad, ya que Renaud estaba trabajando en un documental sobre refugiados.
Renaud fue el primer periodista extranjero asesinado en Ucrania. No obstante, anteriormente, dos periodistas ucranianos murieron mientras hacían su trabajo. Evgeny Sakun, camarógrafo del canal Kiev Live TV falleció el 1 de marzo después de que las tropas rusas bombardeasen la torre de la televisión de la capital. “Atacar a periodistas es un crimen de guerra”, denunció Reporteros sin Fronteras. Su compatriota, Viktor Dudar perdió la vida mientras cubría los combates cerca de Mikolaiv. Además de los fallecidos, al menos 35 periodistas han resultado heridos, según informó Liudmyla Denisova, la comisionada de Derechos Humanos del Parlamento de Ucrania. “Los ocupantes rusos están luchando contra la cobertura objetiva de sus crímenes de guerra en Ucrania”, denunció.
Denisova también ha asegurado que vehículos señalizados como “prensa” han sido atacados. Entre los heridos, de acuerdo con las autoridades ucranianas, se encuentra el periodista suizo Guillaume Bricke; dos informadores de la edición checa de Voxpot, Maida Slamova y Vojtech Bogach; dos corresponsales daneses de Ekstra Bladet, Stefan Weichert y Emil Filtenborg Mikkelsen; y el corresponsal jefe de Sky News, Stuart Ramsay.
“El asesinato y bombardeo de periodistas es una grave violación de las Convenciones y Declaraciones de La Haya, la Convención de Ginebra para la Protección de las Víctimas de la Guerra y sus Protocolos Adicionales”, recordó Denisova.