La acción disciplinaria caducó porque transcurridos cinco años después de la ocurrencia la falta, no se profirió auto de apertura de investigación
La Procuraduría General de la Nación no tomará medidas disciplinarias contra la representante a la Cámara Jennifer Arias, señalada por la Universidad Externado de Colombia de plagiar la tesis de grado de su maestría en gobierno y políticas públicas, en coautoría con Leydy Largo.
Conforme con el Ministerio Público, en cabeza de Margarita Cabello, “el proceso tuvo que ser archivado por la Sala Disciplinaria de Instrucción porque las presuntas conductas irregulares, atribuibles a Arias Falla, tuvieron ocurrencia antes del 2 de mayo de 2016, fecha en la que le fue otorgado el título ya mencionado y, en consecuencia, transcurridos más de 5 años, la acción disciplinaria pierde vigencia”.
La cuestión es así: como a la congresista del Centro Democrático no se le investigó dentro de los cinco años luego de entregado su título de maestría, la Procuraduría no tiene competencia para tomar acciones disciplinarias, conforme con la ley.
“El Estado perdió competencia inquisitiva y sancionadora en razón a lo dispuesto por la Ley 1474 de 2011, que señala que la acción disciplinaria caducará sí transcurridos cinco años después de la ocurrencia la falta no se ha proferido auto de apertura de investigación disciplinaria”, precisó la Sala Disciplinaria de Instrucción del Ministerio Público.
Debido al presunto plagio, la Universidad Externado pidió la nulidad del título de posgrado al Consejo de Estado, que la admitió el pasado 12 de febrero.
“Se admite la demanda presentada por la Universidad Externado de Colombia, en ejercicio del medio de control de nulidad en contra del acta de grado número 074 de 2 de mayo de 2016 parcial, en la que consta el título de Magíster en Gobierno y Políticas Públicas conferido a la señora Jennifer Kristin Arias Falla el diploma que confiere el título de Magíster en Gobierno y Políticas Públicas, de 2 de mayo de 2016″.
Conforme con la institución educativa, sometió la tesis a una herramienta informática para la detección de plagio y este arrojó innumerables coincidencias con fuentes o documentos publicados en internet. Se aseguró que en el proceso se descartaron las coincidencias con textos debidamente citados, de libre reproducción u otros no protegidos por el derecho de autor. Aún así, el número de coincidencias qué sí caben entre los cinco posibles casos de plagio es alta.
“En todos los cinco casos mencionados se hizo evidente que concurren los elementos necesarios para la existencia de una infracción al derecho autor, consistente en la reproducción o copia de elementos originales y protegidos de las obras mencionadas. Es ostensible la cantidad de textos reproducidos literalmente (plagio servil) o deliberadamente parafraseados en donde basta la simple lectura para deducir la forma en que tales fragmentos llegaron al trabajo de grado analizado. A la luz de la razón, la única explicación posible para las coincidencias encontradas es la existencia de una reproducción o copia infractora del derecho de autor”, explicó un abogado contratado por la universidad para evaluar el caso.
Mediante un comunicado, en noviembre pasado la universidad también sustentó que Arias y su compañera de tesis, “sin que se les hubiera solicitado, radicaron en la Universidad dos copias de un documento impreso, del cual afirmaron que correspondía a la versión final y definitiva de su tesis de grado. Este texto no coincide plenamente con el remitido por el director de la tesis como trabajo final”. Sucedió el 5 y el 8 de ese mes.