Además de reducir significativamente las tasas de deforestación, otro de los mayores logros del departamento del Huila, ha sido alcanzar la conservación del 33% del territorio, a través de la declaratoria de cuatro Parques Nacionales Naturales, seis Parques Naturales Regionales, cuatro Distritos Regionales de Manejo Integrado, 27 Parques Naturales Municipales y 167 Reservas Naturales de la Sociedad Civil que suman más de 600 mil hectáreas de áreas protegidas.
Para seguir avanzando en esta dirección, el Huila, junto con Nariño, Cauca, Chocó, Valle del Cauca, Boyacá y Antioquia, hace parte del grupo de departamentos que ingresan oficialmente al Mecanismo para Bosques y Fincas (Forest and Farm Facility – FFF). Esta alianza global, integrada por la FAO y diversos socios de cooperación internacional, busca fortalecer a las organizaciones de productores forestales y agrícolas de pequeña escala en África, Asia y América Latina.
En esta nueva etapa, el Colombia inicia la implementación del Mecanismo FFF a través de ocho organizaciones rurales seleccionadas mediante una convocatoria nacional de Fondos Concursables para Iniciativas Sostenibles. Estas iniciativas impulsan soluciones locales frente al cambio climático, la pérdida de biodiversidad y las brechas de ingresos que afectan al campo colombiano.
Las propuestas apoyadas por el Mecanismo FFF se desarrollan en paisajes estratégicos para la conservación de la biodiversidad y la regulación hídrica del país. Están lideradas por comunidades campesinas, afrodescendientes e indígenas que integran producción sostenible, conocimientos tradicionales y modelos de gobernanza comunitaria.
En el Huila, la estrategia beneficiará al Grupo Ecológico Los Castores, del municipio de Acevedo, reconocido por promover prácticas de restauración, apicultura y producción sostenible de café que reemplazan actividades de tala y degradación del bosque. Esta organización es un referente nacional de transformación y protección ambiental: en 2013 y de la mano de la CAM, sus integrantes entregaron sus motosierras y, tras abandonar la tala y comercialización ilegal de madera, se convirtieron en defensores de la naturaleza, impulsando proyectos de reforestación, ecoturismo, apicultura y artesanías.
Esta decisión ha sido decisiva para la conservación de especies vegetales amenazadas por la tala indiscriminada, como el roble negro, cuya presencia en el país es hoy reducida y altamente vulnerable.
Las otras siete organizaciones favorecidas con la estrategia son:
• Tumaco (Nariño) – Consejo Comunitario Rescate Las Varas (Corpoteva), donde familias cacaoteras avanzan en la sustitución de economías ilegales mediante la producción de cacao fino de aroma, accediendo a mercados especializados.
• Sotará y Timbiquí (Cauca) – La Asociación de Mujeres Productoras Agropecuarias del Carmen (AMPACS) fortalece el liderazgo de las mujeres caficultoras, mientras que la Asociación Asotaupirra, junto con la Fundación Herencia Natural, integra cestería tradicional y conservación del bosque húmedo tropical.
• Bajo Baudó (Chocó) y Cajambre (Valle del Cauca) – Los consejos comunitarios de San Agustín de Terrón y Río Cajambre protegen manglares, riberas y bosques, articulando pesca artesanal, aprovechamiento sostenible del naidí (açaí) y agricultura tradicional con la conservación del territorio.
• Ráquira (Boyacá) – La Asociación Ráquira Reverdece complementa la tradición artesanal del municipio con procesos de reforestación, educación ambiental y protección de bosques nativos.
• Serranía de San Lucas (Antioquia) – La Asociación Ecoserranía fortalece la forestería comunitaria y la gobernanza local en un territorio estratégico para la conectividad ecológica y la provisión de agua.
Comunidades y conservación
Para Agustín Zimmermann, representante de la FAO en Colombia, esta estrategia trasciende el apoyo financiero a los proyectos y se centra en reconocer el rol protagónico de las comunidades en sus territorios.
“Colombia se integra a un mecanismo global que reconoce a las comunidades como socias estratégicas en la conservación de los bosques y la producción sostenible. No es solo financiamiento: es una apuesta por el liderazgo rural, la gobernanza territorial y las economías que cuidan la vida”.
El Mecanismo para Bosques y Fincas (Forest and Farm Facility – FFF) impulsa a quienes producen, transforman y comercializan bienes y servicios derivados de bosques y fincas sostenibles. A través del apoyo directo a organizaciones de productores, asistencia técnica, fortalecimiento organizativo y articulación con políticas públicas, el FFF potencia la acción climática, promueve la conservación de la biodiversidad, mejora los medios de vida rurales y fortalece la seguridad alimentaria. Asimismo, fomenta el liderazgo de mujeres, jóvenes y pueblos indígenas, reconociendo su papel esencial en la gobernanza de los territorios y en la construcción de modelos de desarrollo que cuidan la vida. En Colombia, el Mecanismo FFF se implementa en alianza con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, con el apoyo de la Embajada de Suecia y otros cooperantes. Esta articulación se integra a los compromisos nacionales de enfrentar el cambio climático, proteger la biodiversidad y consolidar economías campesinas, étnicas y populares que sostienen el bienestar de las comunidades y la salud de los ecos
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