Oriunda del Municipio de Guadalupe, Diana Sofía Ordóñez, trabaja como supervisora del Programa de Alimentación Escolar en su municipio. Su compromiso en esta labor, junto a las otras 36 personas que supervisan el PAE departamental, garantizan una muy buena calidad en los alimentos suministrados a los cerca de 118.000 niños y niñas beneficiarios del Huila.
A sus 28 años, Diana Sofia Ordoñez Audor, nacida en el municipio de Guadalupe, sur del Huila, trabaja para la Gobernación Departamental como una de las 37 personas que realizan una de labores más fundamentales en la prestación del Programa de Alimentación Escolar en los 35 municipios no certificados en educación que atiende el Departamento.
Se trata del oficio de supervisar que los alimentos que llegan a la mesa de los restaurantes escolares para niños y niñas de su localidad, estén en perfecto estado y conforme a lo exigido por la normatividad nacional.
De origen campesino y de cultura cafetera, sabe que una buena alimentación, pasa por una buena supervisión de todo el proceso de preparación de las comidas. Y así lo hace con empeño; supervisa los alimentos en su municipio, en tres Instituciones Educativas que hacen presencia en Guadalupe: La Planta y Nuestra Señora del Carmen, ubicadas en la zona rural, y la Institución Educativa María Auxiliadora, de la zona urbana y de donde se graduó de bachiller.
Pero su idoneidad para este importante oficio, radica en su conocimiento académico. Es profesional graduada como Ingeniera de Alimentos de la Universidad de la Amazonía en Florencia – Caquetá, y aspira a continuar sus estudios profesionales hasta alcanzar una especialización en el área de la inocuidad y calidad alimentaria.
Manipuladoras con dotación, alimentos limpios y comedores desinfectados
“Generalmente llego a una sede educativa, sea rural o casco urbano de mi municipio, a la misma hora que llegan las manipuladoras de alimentos; seguidamente disponemos a ponernos toda la indumentaria; verificamos todo lo que tiene que ver con la limpieza y desinfección del comedor escolar y de la cocina. Seguimos con la verificación del almacenamiento, la inocuidad de los alimentos y las buenas prácticas de manufactura que se deben implementar en las instalaciones”, manifiesta.
Y es que la responsabilidad como supervisora de Diana Sofía es de alta dosis de atención, pues está a cargo de 50 sedes educativas (La Planta con 24, Nuestra Señora del Carmen con 22 y María auxiliadora con 4 sedes), donde estudian 3.848 niños matriculados y caracterizados en el municipio de Guadalupe.
“En estos 18 meses que llevo trabajando como supervisora del PAE con la Gobernación del Huila, un aspecto importante a resaltar en esta labor, es la de vigilar que las manipuladoras cuenten con toda la dotación completa. Ellas comienzan su labor de preparar la alimentación. Verificamos que a las verduras le hagan los debidos procesos de limpieza y desinfección”, afirma la ingeniera de alimentos.
“También se supervisa, a medida que va pasando la mañana, todo lo que tiene que ver con los formatos, remisión de víveres, que los mercados estén llegando de manera correcta y con los gramajes adecuados según la cantidad de niños”, añade.
Asegura que los alimentos se sirven según el rango de edades, dependiendo de la sede educativa. “Lo hacemos tomando el peso del alimento y se hace una verificación del gramaje. Verificamos que las manipuladoras de alimentos estén cumpliendo con todo lo relacionado con carnet de manipulación, exámenes médicos, que no presenten ninguna enfermedad y que tengan su dotación completa”, enfatiza.
Otro aspecto que supervisa, es que a todos los niños y niñas se les sirva el alimento en el horario adecuado que es de 11:30 am a 1:00 pm y con las cantidades exactas exigidas en las minutas del Ministerio de Educación Nacional.
“Si hay alimentos faltantes se le hace la solicitud al operador para que haga la reposición so pena de levantársele una queja del hallazgo y así se van dando soluciones a los problemas que se presenten”, expresa Diana Sofía.
Apoyo de las veedurías comunitarias
Como experiencia en este campo de la supervisión, a esta joven le resulta gratificante tener el apoyo de las veedurías ciudadanas que se han conformado en el municipio y que colaboran con la tarea de vigilar el PAE en todas las 50 sedes educativas que tiene a cargo.
“Parte de la directriz del Gobernador del Huila, Luis Enrique Dussán López, en la prestación del PAE, es que se vincule a toda la comunidad en la vigilancia para que el control sobre los 5 operadores del programa que hay en el departamento, sea efectivo. De esta manera se han conformado veedurías comunitarias integradas por rectores, docentes, padres de familia y estudiantes, y está por crearse una veeduría por parte del propio Municipio para sumarse al control social del programa. Entre más ojos haya vigilando la comida de los niños, mucho mejor. Mi trabajo se articula muy bien con estas veedurías”, explicó.
La ingeniera de alimentos resaltó que el control a los víveres y alimentos que trae el operador a los planteles educativos, garantiza que éstos sean de buena calidad, que no tengan ningún tipo de daño físico, sobremadurado, químico o biológico. Aclaró que los alimentos no aptos para consumo, nunca se preparan; se les separa, se detallan y se hace inventario para pedir reposición cuando por algún motivo llegan en malas condiciones.
“Para hacer esa reposición ellos tienen un tiempo de 24 horas para ciertos alimentos y para otros, debe ser de forma inmediata, y que se eviten el reporte de hallazgos. Si no hacen la reposición, se pasa la queja al coordinador de zona, quien a su vez remite a los técnicos de alimentos, quienes finalmente deciden si hay plan de mejora o descuento de recursos al operador”, informa la joven supervisora.
Diana Sofia Ordoñez está muy agradecida por ese apoyo de la comunidad que ayuda en el control a tiempo, logrando encontrar soluciones a los inconvenientes que se puedan presentar. Para ella, trabajar con comunidades rurales es enriquecedor puesto que se aprende cada día y se saca partido de los beneficios de vivir en el campo.
“Considero de vital importancia la función que cumple el PAE, garantizándole a los niños un buen complemento alimentario promoviendo hábitos de vida saludable, y a su vez, combatiendo el ausentismo y la deserción estudiantil. Quiero retribuir a mi municipio mi experiencia profesional contribuyendo a la seguridad alimentaria de los niños, niñas y jóvenes que son el presente y futuro de nuestro país”, concluye.